Los aminoácidos son la base para la síntesis de todas las proteínas y son éstas el elemento químico de mayor intervención en todos y cada uno de los procesos que el cuerpo humano realiza, por lo que resulta evidente la importancia de los aminoácidos para cualquier persona, independientemente de sus características físicas naturales, sus niveles de actividad física y la intensidad de ejercicios que realice.
Aunque resulte curioso, es muy común encontrar deficiencias en las cantidades de aminoácidos entre los deportistas, sobretodo en los niveles de aminoácidos esenciales (aquellos que el ser humano no puede generar por sus propios medios, debiendo extraerlos de proteínas animales y/o vegetales).
Esta situación generalmente se relaciona con un desgaste físico importante que no es acompañado por una dieta adecuada, la mala calidad de los alimentos que se ingieren y/o con la distribución incorrecta a lo largo del día de las dosis proteicas adecuadas. El cuerpo humano absorbe a nivel intestinal el 30% de las proteínas ingeridas una vez que se han metabolizado y pasado a forma de aminoácidos, por lo que en la alimentación hay que tener en cuenta el proceso de degradación que van a sufrir las proteínas ingeridas. Otra cuestión es el empleo de suplementación de aminoácidos libres, el exceso, absorbido en el intestino va al hígado que lo metabolizará en urea (que se elimina por el riñón) y en hidratos de carbono (azúcares) que si no se queman se transformarán en grasa almacenable.
En busca de mitigar estos problemas surgieron lossuplementos de aminoácidos que cubriera las necesidades del organismo en función del entrenamiento y permitiendo controlar las dosis que el individuo consume y en el momento en qué lo hace. Para garantizar los resultados esperados en la ganancia de tejido muscular y la prevención de un descenso proteico, un suplemento debe cumplir con determinadas condiciones cualitativas y cuantitativas.
El suplemento adecuado de aminoácidos debe contener:
- Los ocho aminoácidos esenciales tradicionales: lisina, triptófano, leucina, isoleucina, treonina, valina, metionina y fenilalanina.
- Los dos aminoácidos denominados semi–esenciales (el cuerpo los produce, pero en cantidades muy bajas; algunos los catalogan ya como esenciales): histidina y arginina.
- Al menos dos de los aminoácidos no–esenciales más importantes: alanina y prolina.
- Aminoácidos no-esenciales, principales fuentes de nitrógeno y responsables del ahorro de proteínas durante el metabolismo. Esto también elimina la necesidad de transformar los aminoácidos esenciales adquiridos en aminoácidos no esenciales, reservando los primeros para el trabajo muscular y la regeneración de tejidos.