Tanto como quienes buscan reducir su peso corporal, como para quienes llevan adelante exigentes prácticas deportivas como fisicoculturismo, musculación, etc, y aún quienes buscan mejorar su calidad de vida sin mayores esfuerzos, la clave radica en encontrar una manera adecuada de alimentarse.
Los alimentos son los mejores aliados de una vida sana y la mejor forma de prevenir patologías como la arterosclerosis, los accidentes cardiovasculares, la diabetes o la hipertensión, entre otras. Ajustarse a una dieta saludable no consiste, como es creencia popular, en renunciar a la comida sabrosa, sino por el contrario, modificar los conceptos que sustentan nuestra forma de comer.Muchas enfermedades, y según lo afirman modernos estudios sobre gerontología, el envejecimiento, pueden prevenirse a través de la ingesta de alimentos ricos en nutrientes esenciales para el organismo y preparados de manera tal que lleguen a nuestro cuerpo conteniendo el máximo caudal de propiedades y beneficios para la salud.
Así, las vitaminas presentes en frutas y verduras, las proteínas de las carnes rojas y el pescado, los minerales de los frutos secos, los antioxidantes contenidos en una gran cantidad de productos naturales y las bondades depurativas del agua, representan las mejores opciones para una alimentación equilibrada y saludable.
Un antiguo refrán afirma que «somos lo que comemos» y no es erróneo. Nuestro organismo asimila todo lo que ingerimos y se comporta en consecuencia. El envejecimiento celular y el consecuente deterioro de las funciones vitales están íntimamente relacionados a los ingredientes que componen nuestra alimentación.
Algunos de los alimentos más reconocidos por los expertos en nutrición como auténticos promotores de la juventud y la buena salud son los vegetales en todas sus formas, las frutas frescas, la jalea real por su alto contenido en vitaminas y minerales, los lácteos desnatados pues aportan valiosas proteínas y minerales, el ajo como uno de los principales y más efectivos antioxidantes que nos brinda la naturaleza.
Alimentarse bien nada tiene que ver con la cantidad de alimentos sino con su calidad. El equilibrio nutricional se aprende con el tiempo y nuestro organismo irá acostumbrándose paulatinamente a recibir mejores nutrientes que fortalezcan las funciones vitales, optimicen el rendimiento deportivo y sean eficientes en la prevención de las inexorables patologías que sobrevienen con la edad.