Dietas Hipocalóricas

 

Uno de estos programas es conocido como «dieta hipocalórica«, que como su nombre lo indica es un método de alimentación que pone especial énfasis en la cantidad de calorías ingeridas. Sus resultados son buenos si se realiza minuciosamente y no se descuida la ingesta de nutrientes esenciales para la salud.

 

Los protagonistas por excelencia en un plan de dieta hipocalórica son los vegetales y las frutas, por su bajo aporte calórico y su valiosa carga de fibras, vitaminas y minerales. Sin embargo otros alimentos también son considerados, aunque en cantidades más reducidas.

A diferencia de otras estrategias de alimentación para bajar de peso, la dieta hipocalórica no desecha algunos alimentos que muchos podrían pensar que son nefastos para una buena silueta como los, huevos, lácteos, los azúcares e hidratos de carbono. Una buena dieta hipocalórica reconoce que son constituyentes esenciales de un buen equilibrio alimenticio y por ende deben consumirse con moderación.

El riesgo que entraña una dieta hipocalórica es la aparición de efectos relacionados con la reducción de energía a nivel general del organismo derivada de la escasa ingesta de alimentos más energéticos. Pero esto puede revertirse si no se descartan por completo aquellos nutrientes que brindan energía suficiente y se acompaña el programa con una cuidadosa actividad física. De esta manera se compensa la ingesta de calorías con su eliminación a través del ejercicio.

Las dietas hipocalóricas están especialmente recomendadas para las personas que recientemente comenzaron a aumentar de peso, y para controlar algunas patologías como el colesterol elevado, diabetes, hipertensión, etc. Su principal ventaja es que con el asesoramiento de un profesional de la salud, los resultados son concretos, continuos y en poco tiempo.

Es importante también recordar que el modo de preparar los alimentos reviste especial importancia: preferir como método de cocción las preparaciones horneadas o al vapor en lugar de las frituras y las grasas. Abundantes frutas y verduras, cereales, lácteos descremados, e hidratos de carbono con moderación, si se acompañan con actividad física, constituyen una forma saludable de bajar de peso.

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