Mientras que durante gran parte de la historia de la humanidad se pensó que la belleza se podía lograr con el aporte externo de sustancias «embellecedoras», la moderna industria cosmética tiende a reconocer que la verdadera belleza proviene del interior y es resultado ineludible de un organismo saludable.
Es por esto que en la actualidad se le presta especial atención a los alimentos que ingerimos, los hábitos de vida y las condiciones emocionales, como determinantes de la belleza exterior de una persona. Muchos expertos afirman que cualquier individuo es tan bello como saludable la alimentación que ingiere.
Y en este punto, la fitoterapia ha desarrollado un interesante espectro en torno a la cosmetología moderna. La aplicación de los principios activos de muchas plantas ha complementado a los tratamientos estéticos convencionales, ofreciendo resultados similares o, incluso, superiores a la cosmética tradicional.
Actualmente no nos sorprende encontrar en farmacias y tiendas especializadas una amplia oferta de cremas conteniendo aloe, lociones desmaquillantes a base de camomille, shampoo con aceites esenciales de almendras o coco, mascarillas descongestivas elaboradas a partir de pepino o manzanilla, etc.
El uso externo de ciertos preparados a partir de plantas permite a la cosmetología actual aprovechar al máximo los beneficios de los triturados de vegetales que contienen taninos, antibióticos, reconstituyentes de los tejidos, entre una amplia variedad de beneficios que superan el rendimiento de los más avanzados productos químicos industriales.
Una de las estrellas de la fitoterapia aplicada a la belleza es el aceite esencial de rosa mosqueta. Se obtiene mediante un proceso de decocción y destilación de flores frescas de este curioso arbusto y sus propiedades han demostrado su alta eficacia en la reducción visible de arrugas en el rostro y la reconstrucción epidérmica en casos de quemaduras severas.
La salvia y su increíble capacidad descongestiva de la piel, las vitaminas que pueden obtenerse de frutas y verduras como el limón, apio, aguacate, tomate y piña, la consuelda y su poderoso efecto regenerador de la piel, la ortiga como estimulante de la irrigación y el sauce que aporta ácido salicílico, ideal para el tratamiento de enfermedades cutáneas como la psoriasis, son sólo algunas de las plantas más utilizadas en nuestros días por la fitoterapia y su búsqueda constante de una belleza saludable.