Los aminoácidos son conocidos por su papel indispensable en el sano funcionamiento del cuerpo humano, siendo el elemento químico estructural a partir del cual se construyen las proteínas, sustancias de vital relevancia en cada proceso fisiológico. Las propiedades combinadas de cada aminoácido, determinan a su vez las propiedades de las proteínas.
Podemos dividirlos en dos grupos básicos: aminoácidos esenciales y aminoácidos no-esenciales. Los primeros son aquellos que el cuerpo debe adquirir por vía exógena, ya que no puede generarlos por sus propios medios, o en ocasiones lo hace pero a niveles extremadamente bajos, insuficientes para el debido desempeño de sus importantes funciones. Mientras tanto, en el grupo de aminoácidos no-esenciales aparecen aquellos que el organismo puede generar a partir de los aminoácidos esenciales y/u otras sustancias químicas. Si bien ante circunstancias o necesidades particulares puede suplementárselos, su adquisición exógena no reviste una obligación estricta.
Pero además de estos grandes grupos, existen algunas otras clasificaciones, entre las cuales se encuentra la categoría de los aminoácidos ramificados (tan sólo tres: Leucina, Isoleucina y Valina). Éstos concentran nada menos que el 40% de la carga diaria y es posible extraerlos principalmente de las proteínas de origen animal (carne roja, pescado, huevos, pollo, etc.). También están presentes en proteínas de origen vegetal, aunque registrando cantidades notablemente menores.
Entre las propiedades más importantes de los aminoácidos ramificados, podemos contar su importancia como principal protección ante la micro-destrucción de los tejidos musculares durante el ejercicio físico (estimulación de la síntesis de proteínas), reduciendo los efectos del cansancio post-ejercicio, a la vez que trabajan como fuente energética para su contracción. En este último punto es importante aclarar que, si bien la fuente primaria de energía para los tejidos musculares está constituida por los azúcares, una disminución en los niveles de aminoácidos ramificados provocará la liberación de serotonina y el cansancio consecuente.
Existen una serie de beneficios en el uso de suplementos con aminoácidos ramificados, de los cuales podemos resaltar un importante aumento de la resistencia física ante el cansancio y las lesiones, el acortamiento de los tiempos de recuperación post-ejercicio físico y la mejora del estado general de los tejidos musculares. El uso de aminoácidos ramificados mejora notablemente la salud de los músculos, su nutrición y fortaleza.
Por lo general, los deportistas de nivel profesional que realizan importantes cargas de trabajo ingieren aproximadamente 15 gramos de aminoácidos ramificados divididos en distintas dosis periódicas, previas al desayuno y al entrenamiento y posteriores a éste.