Aunque la L-carnitina es una sustancia que el organismo sintetiza en el hígado, riñones y cerebro, y su principal fuente son los alimentos de origen animal y ciertas levaduras, desde hace algunos años el consumo de suplementos adicionales de L-carnitina en sus diferentes presentaciones ha demostrado ser un eficiente quemador de grasas.
El proceso de aceleración de la metabolización ocurre porque la L-carnitina es el nutriente encargado de transportar las grasas hasta las mitocondrias celulares, lugar donde se produce su transformación en energía. Para que el organismo pueda sintetizar esta sustancia, acción que ocurre principalmente en los intestinos, son necesarias algunas vitaminas del grupo B, niveles óptimos de hiero y otros minerales, ácido ascórbico, etc.
Cuando la ingesta de alimentos ricos en L-carnitina no es satisfactoria al punto de producir un déficit en los niveles de esta sustancia en el organismo, puede producirse un aumento en el índice de colesterol y triglicéridos, cirrosis, hepatitis, entre otras patologías. Estas situaciones son infrecuentes pero es conveniente mantener un consumo adecuado de L-carnitina, ya sea de manera natural a través de los alimentos que la contienen o de suplementos adicionales.
Si bien son muy conocidas sus propiedades benéficas, poco se habla de los potenciales efectos secundarios. Estudios recientes en pacientes que ingieren altas dosis de L-carnitina debido a su intensa actividad física, han demostrado que no posee efectos secundarios de relevancia cuando es administrada por vía oral, y los mismos desaparecen cuando se suspende el consumo.
Entre los efectos detectados se pueden mencionar náuseas, vómitos, hiperhidrosis, miastenia, aumento del apetito y diarrea. Pero estas reacciones suelen ser moderadas o nulas cuando el suplemento de L-carnitina se ingiere junto con las comidas. Es importante señalar que si la L-carnitina se consume en interacción con D-carnitina, los efectos secundarios pueden ser mayores, debido a que esta última interfiere con las funciones específicas de la L-carnitina modificando los resultados y produciendo efectos secundarios de consideración.
La principal contraindicación del consumo de L-carnitina se refiere a pacientes con patologías renales, en particular aquellos que se someten a tratamientos de diálisis. No existen contraindicaciones documentadas para su consumo durante el embarazo y la lactancia, ni se han detectado alteraciones fetales por su ingesta. La dosis recomendada de L-carnitina bebible o inyectable (intramuscular) es de 50-100 mg/kg/día, distribuidos en 3 dosis diarias, para individuos de cualquier edad.
Como en todos los casos, el consumo de éste y otros suplementos dietarios requieren del asesoramiento de un profesional de la salud.