Familia de plantas utilizadas en fitoterapia

Una de las características principales de la fitoterapia es la amplitud de recursos que ofrece a quien decide utilizar sus beneficiosas propiedades. Diferentes plantas contienen una gran variedad de componentes que pueden ser eficaces en el tratamiento de diversas enfermedades o para prevenir distintos desórdenes orgánicos.

 

Con principios activos presentes en tallos, hojas y flores en variada concentración, los profesionales de la fitoterapia pueden discernir cuál será la especie vegetal aplicada en cada caso en particular a fin de lograr los mejores resultados posibles. Atendiendo a sus propiedades más desarrolladas, las plantas pueden clasificarse en grandes grupos, algunos de los cuales son:

Diuréticos.

Muchas plantas son conocidas por su capacidad de incentivar la eliminación del exceso líquido retenido en el organismo a través de los riñones, y con ellos las toxinas acumuladas. Entre las plantas más recomendadas por su acción diurética se encuentran: el apio silvestre, la cebolla, los estigmas de maíz (barbas), el espárrago, el hinojo y el cerezo, entre otras.

Vermífugos:

Son aquellos compuestos que la fitoterapia recomienda para la eliminación de todo tipo de parásitos presentes en el organismo como ascáridos y tenias. El helecho, las semillas de calabaza, el ajenjo y el ajo, son los más eficaces en el tratamiento de estas patologías que muchas veces resultan difíciles de erradicar con medicamentos convencionales.

Expectorantes.

Si bien es recomendable aplicar tratamientos fitoterapéuticos en niños mayores de 10 años, los jovencitos a partir de esa edad son altamente beneficiados por la fitoterapia ante la presencia de catarros, tos y bronquitis. Algunas de las plantas más reconocidas por estas propiedades son la belladona, el beleño, la cicuta (que debe tomarse en dosis muy pequeñas y supervisadas) y el eléboro.

Sedantes.

Sus principios activos actúan directamente sobre el sistema nervioso central, provocando una agradable sensación de calma y bienestar. Las plantas más utilizadas por sus propiedades sedativas son el tilo, la manzanilla, la lechuga, la lavanda y la menta. Preparadas en infusiones, estos vegetales nos ofrecen una excelente opción para recuperar el equilibrio psíquico, reducir el estrés y lograr una intensa relajación.

Antisépticos.

Muchas plantas han sido utilizadas a lo largo de los años para obtener de ellas todas sus propiedades antisépticas. En la cima de la lista se encuentran el ajo, la malva, la cebolla y el hipérico.

A estos grupos debemos sumar los de las plantas calmantes del dolor, sudoríficas o antisudorales, antiespasmódicas, tónicos cardíacos, etc.

 

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