Por lo general la práctica de cualquier deporte implica la ejercitación de un grupo muscular específico. Así vemos el gran desarrollo de brazos y pectorales en quienes practican remo o natación; de piernas en los ciclistas y maratonistas y de la musculatura dorsal en fisicoculturistas. Esto demuestra que aunque sean actividades sumamente saludables, muchos deportes no son «completos».
Es entonces cuando la práctica de ejercicios de musculación cobra especial importancia. No sólo es un óptimo complemento para cualquier deporte, sino que permite un desarrollo más armónico de toda la masa muscular del cuerpo, tonificando y brindando una potencia adicional a cualquier actividad física.
Las características de esta disciplina la convierten además en un aliado indispensable para quienes buscan reducir su peso corporal, sin perder tejido muscular. Recordemos que las dietas, al eliminar las grasas de sus ingredientes, obligan al cuerpo a consumir la propia grasa acumulada. Si una dieta es acompañada de musculación, logramos bajar de peso, manteniendo la definición muscular.
Algunas personas temen acompañar sus programas de reducción de peso con ejercicios de musculación como pesas o remos, precisamente porque creen, erróneamente, que el éxito de un método de adelgazamiento sólo puede medirse en kilos perdidos. Al reemplazar grasa corporal por tejido muscular, lo que estamos haciendo precisamente es potenciar la capacidad quemadora de grasas de nuestro cuerpo, debido a que los músculos poseen una gran actividad metabólica y requieren del consumo de gran cantidad de calorías para funcionar al máximo de su potencial.
Para bajar de peso practicando musculación hay ciertos factores que deben ser tenidos en cuenta. Uno de ellos es concentrarse en los grandes grupos musculares del cuerpo, ya que serán ellos los que produzcan el mayor consumo de calorías y grasas acumuladas. Dorsales, abdominales, glúteos y cuádriceps, son los músculos que más deben trabajarse si se desea un consumo calórico acelerado y resultados visibles.
Es preciso recordar que el objetivo no es incrementar el tamaño del músculo, sino tonificarlo, definirlo, ponerlo en movimiento para que su metabolismo acelere la combustión de grasas en todo el cuerpo. Lo ideal es realizar series de diez repeticiones de cada ejercicio (sentadillas, remos, dominadas, etc.), teniendo siempre presente que a mayor cantidad de repeticiones con poco peso, mayor definición y tonicidad muscular.
La musculación ofrece además otras ventajas imposibles de ignorar: mejora la posición del cuerpo, optimiza la función cardíaca, elimina dolores corporales, etc.