Más allá de los usos más conocidos que se hacen del aceite de onagra, existe una gama de aplicaciones menos conocidas pero no por ello menos efectivas o interesantes. Normalmente se utiliza esta sustancia para afecciones como el acné, la diabetes, las enfermedades femeninas, la menopausia, la producción anormal de hormonas e inclusive para contener el aumento del colesterol y el exceso de triglicéridos.
Podemos señalar también los beneficios para el aparato digestivo que brinda la ingesta de aceite de onagra. Básicamente, trabaja resguardando las mucosas digestivas de elementos negativos, favoreciendo el buen funcionamiento del estómago y su estado general. Acompañan a esto sus propiedades como agente anti-inflamatorio, que le transforman en una herramienta de gran utilidad para combatir la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, entre otras enfermedades que generan inflamaciones en el sistema digestivo.
También trabaja de forma efectiva sobre afecciones de tipo respiratorio como el asma y las alergias, reduciendo o, en ocasiones, hasta eliminando cuadros sintomáticos como los estornudos recurrentes, el descontrol de las glándulas lagrimales y los resfríos excesivamente agudos. De esto se desprende también la producción anormal de saliva y/o lágrimas puede contenerse ingiriendo con regularidad el aceite de onagra en períodos de entre 2 y 4 meses.
Los problemas en la piel pueden tratarse de modo interno o externo, dependiendo de su tipología. En el caso de la urticaria, el tratamiento es interno y colabora en la reducción de la picazón o “picor”, además de evitar en gran parte su manifestación física en forma de “habón”. El tratamiento externo guarda diversos formatos, pudiendo utilizarse para atacar problemas como la piel reseca (el Omega-6 de este aceite favorece la absorción de humedad de la piel) o el eccema atópico (de tipo crónico, genera una textura en la piel similar al cuero) aplicándose sobre la piel en forma continua, eliminando en gran parte que la piel se reseque, se produzca picazón y se produzca un descamado de la misma. Es una excelente alternativa a los inmuno moduladores tópicos y corticoides, siendo éstos contraindicados en muchos casos y capaces de generar efectos secundarios con el uso prolongado.
Otro uso muy común entre aquellos que acostumbran practicar deportes regularmente (con las consecuencias físicas que esto implica) es el anti-inflamatorio de aplicación externa. Sus propiedades favorecen la recuperación de músculos desgarrados o distendidos, aplicándose el aceite por frotamiento sobre la zona afectada. Alivia sensiblemente las dolencias provocadas por estas lesiones y acelera la regeneración de la zona desinflamándola.
Cabe resaltar que el aceite de onagra es utilizado fuera de la medicina naturista como alimento para distintas clases de ganado e inclusive, siempre que sean previas a la floración, pueden hervirse sus raíces para utilizarse en comidas tradicionales. También son muy apreciadas las flores de prímula amarillas en decoración y jardinería. Son plantas resistentes ante la falta de agua y la contaminación, fijando la tierra al alcance de sus raíces.